Me explicaron la importancia del perdón, de soltar, de ver a los demás con compasión… y a ayer, por primera vez, pude mirar a la cara a las personas que peor me hicieron sentir en los últimos años y saludarles con educación y simpatía, sin girar la cara, sintiéndome bien al respecto y sobretodo continuando con lo que hacía sin que se me encogiese el corazón y se me revolviese la tripa.
Madurar dicen.
No se da al importancia suficiente a ir a terapia. Eso de “soy así, al que no le gusta que se pire” no vale gente.
Las herramientas adecuadas para relacionarnos con la vida no están en el tabaco, ni en las fiestas, ni en ir de comidas, ni en ir de compras. Están en los profesiones y en nuestra capacidad para trabajar en nosotros mismos.
Puedo decir que merece la pena cada euro invertido con Vero de @catarsispsicologia.